Carencia de máquinas vendimiadoras en el inicio de campaña

Fuente. El Correo de Burgos/ El Mundo.

Que la máquina vendimiadora ha llegado para quedarse nadie lo pone en duda. Tal es así que este año, encontrar máquinas disponibles no va a ser tarea fácil para los viticultores y bodegueros. El principal motivo se encuentra en la recogida tardía de zonas vecinas como Rueda, donde este año ya ha habido dificultades para acceder a este sistema. “Nosotros nos hemos tenido que venir sin acabar Rueda”, explica Juan Manuel García, el gerente de Castilla Servicios Agrarios, la suministradora del 80% de las máquinas utilizadas en las denominaciones de Origen Ribera y Rueda, junto a su socia, la empresa Dalmadel. “Aunque hay máquinas para viña y olivo nosotros solo nos centramos en viña y en las zonas de Ribera y Rueda”, subraya a sabiendas de que su socio sí hace campaña de aceituna en Portugal y Andalucía.

Si bien es verdad que por ahora, la recogida en Ribera es testimonial y solo han empezado las bodegas con uvas blancas, Merlot y parcelas orientadas más al sur, el lunes cuando comience el grosor de la campaña coincidirá con las últimas jornadas de Rueda. “Nosotros con Dalmadel tenemos para Rueda y Ribera 26 máquinas”, cuantifica a sabiendas de que será complicado llegar a todo.

A nivel nacional, el panorama también se presenta algo colapsado al coincidir en el tiempo las vendimias de La Rioja, Navarra y La Mancha, que se está retrasando por las lluvias y por el poco grado de la uva. Esta circunstancia afecta a las máquinas pero también a los vendimiadores. “Nosotros no gestionamos cuadrillas pero las bodegas sí nos dicen que no encuentran trabajadores”, apunta.

Según explica, cada una de estas máquinas cuesta 200.000 euros, a los que luego hay que sumar un caro mantenimiento. “Si la viña no está muy bien adaptada se daña la máquina. Lo ideal es cuando la campaña es normal porque cuando hay mucha uva no damos abasto y cuando hay poca, la máquina no se lubrica y sufre”. Mención aparte merece el personal que requiere este tipo de tecnología. “Encontrar personas cualificadas es muy difícil”, analiza el responsable de una empresa que gestiona cada campaña una plantilla de 70 trabajadores.

Terreno

Si hace una década la vendimia a máquina era algo anecdótico en Ribera del Duero, su presencia gana terreno año tras año. Así se puede comprobar en las estadísticas del propio Consejo Regulador Ribera del Duero donde se ha pasado de recoger con este sistema 16 millones de kilos de uva en 2011 a superar los 25 millones, a partir del 2014 y exceptuando el 2017 cuando la helada acortó la cosecha un 60%.  Por variedades, lidera por volumen de kilos la variedad Tempranillo, seguido por Cabernet Sauvignon, Merlot y otras variedades. “El crecimiento es continuo”, asegura convencido de que aunque muchas bodegas son reacias, vendimiar a máquina ofrece algunas ventajas como llevar el fruto en un tiempo mucho menor del que lo pueden hacer los temporeros. Eso por no hablar, añade, de los problemas que existen para encontrar vendimiadores. “La gente no quiere trabajar”, afirma.

En este incremento incide también el crecimiento de una superficie de viñedo que en diez años ha aumentado un 8%. “Lo nuevo se suele proyectar ya para mecanizado”.

Testigo de esta tendencia es el presidente de la Asociación de Bodegueros, Asebor, Iker Arroyo. “Cada año se ven más máquinas”, confirma.

Asaja

Según el cálculo realizado por la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), de los 2.500 vendimiadores que llegarán a la Ribera del Duero, la mitad trabajarán para agricultores particulares y la otra mitad para bodegas. “La mayoría de los agricultores particulares tienen apalabradas ya sus cuadrillas y suelen ser las mismas todos los años”, explican a sabiendas de que muchos son familiares de trabajadores y el resto proviene, por lo general, de Andalucía y Castilla-La Mancha. “Entiendo que cuando termine La Mancha vendrán más cuadrillas”, concluye.

Temperaturas estables

Sea a máquina o manual, la recogida será este año tranquila, al menos en lo que a climatología se refiere.  “Tenemos temperaturas estables de 24 y 25ºC por el día y de 5 o 6 por la noche, que son temperaturas perfectas para la maduración final por lo que la gente está esperando el momento óptimo para dar el empujón más fuerte”, explica el director técnico del Consejo Regulador, Agustín Alonso.

En esta campaña, habrá cinco bodegas nuevas con las que Ribera suma ya 285. Para controlar que todos los procesos cumplan la normativa vigente en el Consejo Regulador, se contratará a 230 veedores.