Al servir el vino no debe hacerse por más de dos dedos (colocados de forma horizontal) de líquido para apreciar todas los componentes del mismo.
Los pasos de una buena cata se dividen en tres y son los siguientes:
Fase visual.
En este momento se utiliza un fondo blanco para observar el color del vino, ya sea tinto o blanco. Siempre debe presentar una tonalidad difuminada por todo el líquido. Al pasear el líquido por la copa (esto se consigue recostándola a 15º y girándola lentamente) se deben observar los arcos que las gotas forman en las paredes para conocer el cuerpo o cantidad de alcohol que aparentemente hay.
Fase olfativa.
Éste paso consta de tres partes:
- Fuerza del aroma. Si al colocar la boca (no la base) de la copa a la altura del abdomen se puede apreciar el aroma del vino, se trata de un vino muy aromático; en el caso de tener que colocar la copa a la altura del pecho para percibir su aroma, hablamos de un vino aromático medio; si al llegar con la copa a la altura de la barbilla apenas se percibe el aroma, nos encontramos ante un vino poco aromático.
- Primera nariz. En esta faceta se trata de percibir todos los aromas sin abrir o sin oxigenación, es decir, sin haber agitado la copa de manera circular.
- Segunda nariz. Lo correcto es oxigenar el vino agitando la copa en círculos tenues para abrirlo y apreciar nuevos aromas.
Fase gustativa.
Para este momento de la cata es necesario tener la boca limpia de cualquier sabor ageno al vino y eso se consigue tomando un poco de agua. Posteriormente hay que tomar un pequeño sorbo de vino y pasearlo por toda la boca para beberlo rápidamente ya que en el primer trago no se obtiene un sabor franco del vino e inclusive hay muchas personas que no les agrada el primer sorbo. Seguido de esto, se toma un segundo trago para colocarlo en la punta de la lengua y abrir ligeramente los labios para inhalar un poco de aire haciendo un sonido similar a un sorbido, con esto se oxigena el vino y se pueden apreciar los sabores. Hay quienes después de pasarse el líquido, con la boca cerrada, exhalan por la nariz y se logra captar la llamada “tercer nariz” que corresponde a los aromas volátiles al calentarse en la faringe.