El clima reseca al vino y al aceite

Fuente: La Vanguardia.

Podemos estos días disfrutar de un otoño apacible, como si estuviéramos aún ante el coletazo del verano. Pero también hay que ver la botella medio vacía.

De acuerdo con los últimos datos de la Organización Internacional del Vino, (OIV) la producción este año ha sido la más baja desde los años sesenta. En volumen, se registra en el 2017 una caída del 8%, hasta los 246,7 millones de hectolitros, una cantidad nunca vista desde hace 56 años. Es lo que pasa cuando Italia, España y Francia, los líderes mundiales, echan el freno.

La culpa la tiene el clima, no tanto el calentamiento cuanto su versión más extrema: invierno suave y seco, heladas tardías y prolongada sequía con altas temperaturas a lo largo del verano. O incluso las lluvias torrenciales. Esta anomalía hace, entre otras cosas, que la uva sea más pequeña. Yann Juban, director adjunto de la Organización Internacional del Vino (OIV) explica a esta diario que la anomalía del clima este año fue muy severa, porque los viñedos que se salvaron de las heladas tuvieron que soportar la sequía de septiembre y vice versa, con lo que Europa Occidental salió mal parada.

La oferta de vino sigue superior al consumo por la existencia de stocks de añadas anteriores

Si las bodegas mandan señales inequívocas de alarma, los datos sobre el consumo de vino indican que se mantendrá en el promedio de los años anteriores: 243 millones de hectolitros. Una cifra, por cierto, todavía inferior a la del año 2008, de antes de la crisis. Así, si se comparan los números, la oferta es todavía (por poco) superior a la demanda.

Hay que señalar que en este sector, que factura unos 75.000 millones de euros al año, es algo habitual, ya que los excedentes se destinan para brandy, vermut, vinagres y bebidas espirituosas. Pero este año el margen será diez veces menor de lo normal.

Ahora bien, esto no hará, según Juban, que te tenga lugar un aumento indiscriminado de los precios. Primero, porque las exportaciones, gracias a EE.UU., siguen tirando. Y segundo, porque hay existencias. “Tenemos muchas reservas almacenadas, sólo en Francia contamos con 154 millones de hectolitros en stock”, dice este experto. No obstante, en su opinión, la tensión en el sector vinícola hará que algunos caldos, especialmente los más económicos, aumenten el precio, mientras que los vinos de gama alta apenas deberían experimentar variaciones significativas. En resumen, es el consumidor de gama más baja el que pagará el coste de el desajuste climático.

La recogida de uva se ha adelantado veinte días este año por efecto de las altas temperaturas

La recogida de uva se ha adelantado veinte días este año por efecto de las altas temperaturas (Stefano Rellandini / Reuters)

Por supuesto mucho dependerá de cada mercado. Por sí sola, Italia, mayor productor mundial, representa la mitad de la caída en el volumen global del vino, con un retroceso del 23%,. Para la Unione Italiana Vini se trata del mínimo histórico nacional de los últimos 50 años. Las lluvias son un 30%más bajas que el promedio habitual. El calor excesivo hizo que la maduración se adelantara más de lo previsto, quince días en promedio. En Sicilia, donde no llueve desde marzo, los primeros racimos de uva se llevaron a las bodegas el 22 de julio.

Todas las regiones en la península italiana registraron números rojos superiores al 20%. En el Chianti, la joya de la Toscana, se llegó a caídas de hasta el 40%. Una convulsión en toda regla para un sector milenario en Italia. “Algunos parámetros climáticos y ambientales y, de reflejo, productivos se están modificando, lo que pone en dificultad el consolidado tejido empresarial”, señalaba Ernesto Abbona, de la Unione Italiana Vini.

Los olivos sufren plagas de parásitos y crece la competencia de países emergentes

El aceite también está siendo víctima del mismo problema. La Organización Internacional del Aceite (COI) indica que la recogida en el último año cayó un 20%, hasta los 2,53 millones de toneladas. A diferencia del vino, las existencias de aceite son pequeñas. En el mercado, no obstante, el consumo no sólo se mantiene, sino que aumenta. Así, los precios están al alza en todos los países, desde el 17% de España hasta el 28% de Grecia.

Mabel Gómez, Jefa de la Unidad Económica del COI, confirma que “el cambio climático está causando florituras tempranas y las variaciones extremas de las temperaturas dan lugar a fluctuaciones en la producción mundial que nunca habíamos tenido en 20 años. Los hechos demuestran que ni la extensión de la superficie de cultivo, ni las mejoras de las técnicas han conseguido estabilizar la oferta”.

20%Desplome anual de la producción mundial de aceite de oliva, en la campaña 2016/17

Otra incógnita es la infección de la bacteria Xylella, que ha causado estragos en Italia, acentuados por “la tropicalización del clima”. En el país, las cifras son catastróficas. Según el instituto Ismea, la última campaña se cerró con un desplome de producción del 62%, hasta las 182.000 toneladas, el peor ejercicio en décadas.

La organización Coldiretti,estima que hay diez millones de plantas infectadas, con un daño estimado para los olivareros italianos de 1.000 millones de euros. Hay productores que llevan tres años sin ingresos. El número de molinos de aceite en un año ha caído a 3.961 desde los casi 5.000 de antes.

El aceite, en retroceso
El aceite, en retroceso (Marcelo del Pozo / Reuters)

“Es una de las peores campañas, sino la peor para el negocio oleícola italiano”, dice Tullio Forcella, director general de Federolio. Un dato inquietante, para un país que ya es deficitario y que exporta dos tercios de lo que produce. Y desplazar los olivos más al norte, como los viñedos, es poco viable. “Hay un motivo si después de un cierto paralelo ya no se encuentran olivos. Se precisa un sol y un clima suave”, dice Forcella. El futuro es incierto, dice. “El olivo es una industria a cielo abierto. Produce material perecedero. El hombre hace lo imposible para preservar este bien económico. Pero contra las inclemencias del clima y los flagelos, no existen remedios del todo eficaces”.