¿Qué hacer para luchar contra los estragos de la sequía, las heladas, o la falta de nutrientes en el viñedo? Nos lo cuenta la empresa experta y nuestra colaboradora, LALLEMAND.
Heladas primaverales, olas de calor (como las que estamos viviendo estos días); sequía, granizo o pedrisco como el que cayó la semana pasada; encharcamientos, suelos compactos, falta de nutrientes, toxicidades debidas a herbicidas o por acumulación de tratamientos fitosanitarios, temperaturas inadecuadas en brotación y cuajado de los frutos, problemas de salinidad en el suelo o el agua de riego; exceso de radiación UV… y el cambio climático… Todos estos condicionantes pueden causar problemas de estrés en los viñedos y repercutir en una reducción en el rendimiento y en el potencial productivo.
Con el fin de afrontar estos problemas, desde LALLEMAND han desarrollado una gama de productos de aplicación foliar, bajo la marca LalVigne, que van a conseguir que las viñas se adapten mejor a estas condiciones adversas, y que se recuperen más rápidamente y de forma más intensa.
- LALVIGNE CICATRIX: solución natural para viñedos afectados por granizo. Recomendamos 1-2 aplicaciones lo antes posible tras los daños por granizo, pudiendo llegar a 3 aplicaciones en el caso de viñedos más afectados. Dosis 1 kg/ha
- Acelera la recuperación de las plantas que han sufrido daños por granizo
- Potencia la síntesis de compuestos que sintetiza la planta de forma natural para cicatrizar las heridas producidas por el granizo.
- Reduce la pérdida de rendimiento, ya que permite una mayor actividad fisiológica de la cepa para una más rápida recuperación.
- LALVIGNE RESILIENS: protección del viñedo frente a condiciones de estrés abiótico. “Recomendamos 1 a 3 aplicaciones desde la fase de brote en 10-20 cm hasta inicio de floración. Dosis 0,5 kg/ha”.
- Potencia sistema inmunitario de la planta para mejorar su adaptación frente al estrés y favorecer su recuperación
- Incrementa actividad fisiológica de la vid: mayor tasa de fotosíntesis y eficiencia fotosintética. Aumenta acumulación de almidón.
- Favorece tasa de cuajado por lo que incrementa el rendimiento
- Recomendado si hay problemas de heladas primaverales o cualquier tipo de estrés abiótico que pueda aparecer en las primeras fases de crecimiento de los pámpanos.
- LALVIGNE PROHYDRO: mejora la adaptación y resistencia de la vid frente al estrés hídrico. “Recomendamos 1 a 3 aplicaciones desde fin de floración/cuajado hasta cierre de racimo. Dosis 1 kg/ha”.
- Su riqueza en L-Prolina permite que la planta aumente su tolerancia a condiciones de estrés hídrico y salino, ya que va a mejorar el equilibrio osmótico de las células
- Aumenta el rendimiento al reducir la deshidratación de las bayas y limitar los problemas de quemado de los racimos
- Mayor actividad fisiológica de la planta: mayor tasa de fotosíntesis, eficiencia fotosintética y nivel de clorofila en hoja.
- Incrementa la eficiencia en el uso del agua por parte de la planta
- Mantiene mayor elasticidad de los tejidos, lo que permite una mayor recuperación de la vid tras sufrir episodios de estrés hídrico.
Destacar que todos los productos son naturales, en base a derivados de microorganismos y aptos para su uso en viticultura ecológica. “Importante también indicaros que estos productos se pueden mezclar con otros productos de aplicación foliar, no siendo necesarios momentos de aplicación específicos, sino que pueden ser adaptados a vuestro calendario de tratamientos habitual”, animan.