● La participación aumenta con respecto a anteriores ediciones bianuales, acercándose a los mil manuscritos
● México, España y Argentina lideran la lista de países desde los que llegan las obras de Narrativa Breve
● El Premio Internacional Ribera del Duero se dará a conocer el 24 de marzo, en una rueda de prensa en el Círculo de Bellas Artes
El Premio Ribera del Duero reafirma su vocación internacional y se consolida como absoluto referente para los autores de relato en español. Novecientos cuarenta y seis autores de treinta y siete países participan con sus obras, libros de cuento inéditos en castellano, en la séptima edición del certamen de Narrativa Breve que convoca la Denominación de Origen, en colaboración con la Editorial Páginas de Espuma. Esta ha sido una edición sin cambios en cuanto a su tiempo de convocatoria, tras la anterior que no fue bianual y se prolongó durante tres años.
Por primera vez, la participación internacional en el Premio Ribera del Duero supera a la de escritores residentes en España, con un cincuenta y seis por ciento de manuscritos recibidos desde países como Argentina, México, Colombia, Perú, Venezuela, Chile o Estados Unidos, principales destinos de las obras recibidas. Pero este VII Premio Ribera del Duero cuenta también con la participación de literatos de Australia, China, Rusia, Israel o Brasil, lo que confirma la vocación internacional del certamen y su prestigio en el mundo del relato en español.
Como en anteriores convocatorias, casi el noventa por ciento de los autores que han presentado sus obras a concurso en este VII Premio Ribera del Duero las han enviado por correo electrónico.
El Premio Internacional Ribera del Duero se anunciará el 24 de marzo, en una rueda de prensa que tendrá lugar en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Se abre ahora el periodo de lectura de las obras participantes, previo al anuncio de las finalistas.
Premio Ribera del Duero, un galardón de prestigio que abre las puertas del éxito
El Premio Ribera del Duero sumará pronto un nuevo miembro a su gran familia. Un linaje muy bien avenido que comenzó con Javier Sáez de Ibarra y Mirar al agua. Marcos Giralt Torrente (El final del amor), Guadalupe Nettel (El matrimonio de los peces rojos), Samanta Schweblin (Siete casas vacías), Antonio Ortuño (La vaga ambición), y Marcelo Luján (La claridad), con los ganadores de las seis ediciones celebradas.
Prestigio también por parte del jurado, que ha sido presidido por grandes de las letras como Fernando Aramburu, Almudena Grandes, Rodrigo Fresán, José María Merino y Luis Mateo Díez.
El Premio fue convocado por Ribera del Duero en el año 2008, durante el XXV Aniversario de esta Denominación de Origen. El certamen literario, de carácter bienal, está organizado por el Consejo Regulador, en colaboración con la Editorial Páginas de Espuma.
Ribera del Duero dedica su galardón al relato breve por ser este un género literario que guarda muchas similitudes con el arte de la elaboración de un vino de calidad. Un Ribera, como un buen cuento, requiere en su creación del empleo de una técnica exquisita y se reduce a la esencia, eliminando todo lo superfluo. El cuento y el vino son obras que reflejan la creatividad del artista que las ha creado y necesitan de la complicidad de quien las descubre, quien las degusta, para mostrarse en toda su intensidad. Ambas se mantienen vivas, incluso mejoran con el paso de los años.
Los vinos de la Ribera del Duero son un referente y un valor cultural en alza. Vino y cultura se funden de nuevo en este Premio Internacional de Narrativa Breve, certamen que quiere poner de manifiesto la estrecha relación que existe entre ambos ámbitos, el de la cultura en español y el vino de calidad.
Ribera del Duero: 40 años de vino y vida
Fue el 21 de julio de 1982 cuando, en la Estación de Metro del Retiro de Madrid, se firmó el primer reglamento de Ribera del Duero. Nacía así una Denominación de Origen que agrupaba entonces a una decena de bodegas y un centenar de viticultores. El impulso de las gentes del lugar, viticultores y cooperativistas, junto con el apoyo de las instituciones locales y provinciales de la época, dieron impulso a un sueño que hoy es una realidad consolidada: una región única productora de grandes vinos aclamados en todo el ámbito internacional.
Ribera del Duero ha sido, desde su nacimiento, pionera, valiente y emprendedora. Las bodegas impulsaron ya en la década de los 90 los revolucionarios vinos jóvenes roble, una opción aplaudida por el consumidor. Buscando nuevas formas de expresión, los profesionales de Ribera del Duero son expertos en el arte del envejecimiento, experimentando con los tiempos de crianza y creando vinos fuera de las categorías tradicionales, siendo una de las regiones más creativas y diversas del mundo. El catálogo de tintos blancos y rosados de la Denominación de Origen ofrece la oportunidad de disfrutar de todo tipo de vinos, desde aquellos de tendencia más clásica hasta los de autor. Y es que los viticultores y enólogos son verdaderos maestros en buscar el potencial y las diferentes expresiones de las variedades principales de Ribera del Duero, la Albillo Mayor y la tinta del país.
El Espíritu Ribera, esa filosofía de vida, esa forma de vivir el vino de Ribera del Duero, está unido a la cultura en todas sus representaciones y formas. Ribera del Duero fue la primera Denominación de Origen en apostar por la música, dando nombre a Sonorama Ribera y creando barras específicas de servicio de vino en un festival. Ribera es cocreadora de un certamen literario de referencia internacional que cumple ya su séptima edición. Pionero y ejemplar es el apoyo de la DO al cine, con su maridaje con Premios Feroz, Seminci y el Festival Internacional de Cine de Sitges, entre otras acciones. Ribera del Duero está al lado de quienes cuidan y protegen nuestro patrimonio histórico, colaborando activamente con la Fundación Atapuerca y con la Universidad de Valladolid a través del yacimiento arqueológico de Pintia.
El Consejo Regulador se implica también en todo lo relacionado con la protección y cuidado del medio ambiente, siendo las bodegas un ejemplo de sostenibilidad, con una viticultura responsable que minimiza el impacto ambiental, integrándose en el medio. La Ribera del Duero es ejemplo de viticultura, enología y producción sostenible, de compromiso con la naturaleza, con los consumidores y con el legado de las generaciones venideras.