Con más de 50 años de historia, Masilva continúa revolucionando el sector del corcho. Esta vez con Neotech® System, un sistema que permite tratar los tapones técnicos, con la tecnología ‘lecho fluidado’ o ‘interacción molecular con el fluido gaseoso’; un proceso continuo y automático que utiliza vapor y presión controlados para extraer TCA y otros compuestos fenólicos de los gránulos de corcho. “Además de la eliminación de TCA, Neotech® mejora las propiedades físicas de los gránulos, elimina la estratificación y potencia las propiedades físicas del corcho”, apuntan desde la compañía.
La nueva unidad de producción, que se comenzó a aplicar el año pasado, está dedicada en exclusividad a la producción y esterilización de los gránulos de corcho y permitirá la expansión de la empresa en este tipo de producto. Para ello, la compañía ha invertido más de 10 millones de euros en un proyecto que estará a plena capacidad de producción a principios de 2022.
Fundada en 1972, MASILVA podía haber seguido los pasos ya dados por otros y optar por tecnologías ya instauradas. Sin embargo, el espíritu innovador de esta empresa no le ha permitido simplemente seguir a los demás y eso ¡nos encanta!
Hitos
Junto a otros hitos como la esterilización de las planchas de corcho con vapor presurizado a 105ºC, en el año 2003, y otras aplicaciones como la MASZone, que elimina los microorganismos con una desinfección profunda, o el Onebyone® System 2016, que analiza el nivel de TCA de forma individual (en niveles de detección de 0,5 ng/L en los tapones de corcho natural), entre otros; destaca ahora su esfuerzo por reducir la huella de carbono.
Según avanzan, de forma paralela a Neotech®, MASILVA está invirtiendo en tecnologías, que mejoran las prácticas sostenibles y ecológicas. “Se han adquirido dos calderas de biomasa que utilizan el polvo de corcho para producir fluido térmico caliente y vapor, que son utilizados en gran parte de la maquinaria de la empresa”, subrayan ilusionados porque “esta práctica de conservación de la energía va a permitir reducir las emisiones de CO2 a lo largo de la cadena de producción”.
Así lo confirma un reciento estudio de KPMG, donde se aseguraba que la huella de carbono de todos los tapones MASILVA analizados (de corcho natural, para vino espumoso y de corcho microaglomerado) es negativa. “El corcho es 100% natural, 100% sostenible y 100% reutilizable. Creemos que estamos trabajando con lo mejor de la naturaleza y con el mejor soporte tecnológico”, termina el CEO de Masilva, José Silva.
