Enrique Pascual en el Norte de Castilla: «Todos estamos deseando recuperar esa rutina tan nuestra de salir a tomar vinos»

Fuente. Norte de Castilla.
Autor Nieves Caballero.
Valladolid
Martes, 5 octubre 2021, 21:59

Tras el éxito de los años 2018 y 2019 y después de largos meses de pandemia y restricciones, ‘Valladolid. Plaza Mayor del Vino’ volverá a congregar en el corazón de la ciudad del Pisuerga a centenares de aficionados al vino al rededor de los expositores de 29 bodegas pertenecientes a las denominaciones de origen de la provincia, entre ellas la Ribera del Duero. El presidente de su Consejo Regulador, Enrique Pascual,

–¿Qué significa para el Consejo Regulador y las bodegas de la Denominación de Origen este encuentro enogastronómico?

–’Plaza Mayor del Vino’ es una oportunidad de disfrutar de los vinos de Ribera del Duero en la calle, en comunidad, con las bodegas como anfitrionas, en familia. Es, sin duda, un motivo de alegría y celebración. Es la perfecta ocasión para recuperar esa forma de vida tan nuestra que nos ha quitado esta pandemia. Brindar, conversar en torno a una copa de Ribera del Duero, descubrir y compartir es un regalo, tras estos tiempos tan duros. Las bodegas de Ribera del Duero, que han sufrido tanto esos largos periodos de confinamiento y restricción, teniendo que cerrar las puertas de su enoturismo, van a ofrecer su mejor sonrisa y a presentar sus grandes vinos. Y, desde esa Plaza Mayor que es un símbolo, escenario tantas veces de momentos festivos, brindaremos por un futuro con nuestro 40 aniversario como argumento de tantas oportunidades para volver a la Ribera del Duero, a las bodegas, a nuestros pueblos y a nuestras calles, a vivir en torno a nuestros vinos.

–¿Cree que la Plaza Mayor de Valladolid es un buen lugar de encuentro enograstronómico?

–Por supuesto, primero por lo que significa: una oportunidad para disfrutar de las propuestas de bodegas de las Denominaciones de Origen de la provincia de Valladolid. Y hacerlo en conversación de tú a tú, conociendo los vinos de la mano de sus elaboradores. Además, el marco que acoge el evento es maravilloso, rodeado de hostelería de calidad para poder disfrutar también de la gastronomía de Valladolid. Hay muchos motivos para considerar que ‘Plaza Mayor del Vino’ es un evento destinado a consolidarse en el calendario como cita ineludible.

–¿Cómo animaría a vecinos y visitantes a que participen? ¿Qué alicientes ofrece?

–Creo que todos estamos deseando volver a recuperar esa rutina tan nuestra que es la de salir a tomar unos vinos. Ese es un gran aliciente. También es un encuentro perfecto para descubrir nuevos vinos, sumergirse en el trabajo de las bodegas y conocer las nuevas añadas. Por ejemplo, en el caso de las bodegas de Ribera del Duero, seguro que quienes se acerquen podrán saborear los nuevos vinos blancos de Albillo Mayor de la DO, rosados muy atractivos, o tintos de nuevas tendencias.

–¿Considera que este tipo de iniciativas es una buena forma de que los jóvenes se acerquen al consumo moderado de vino de calidad, que puede acercarles a la cultura del vino?

–En Ribera del Duero sabemos que, para seducir a los jóvenes, solo es necesario tener un vino de calidad, hablar su propio lenguaje, alejado de tecnicismos, y acudir a los escenarios donde se mueven. Lo hemos visto recientemente un año más en Sonorama Ribera o en nuestra Gran Fiesta de la Vendimia, que cuenta con un público joven fiel y entusiasta. Los jóvenes no necesitan un tratamiento especial para acercarse del vino porque, cómo cualquier persona, lo único que piden es calidad y disfrute. Ribera del Duero tiene esos ingredientes. Y ‘Valladolid. Plaza Mayor del Vino’ también.

–¿Qué destacaría de los vinos de la DO?

–En Ribera del Duero hay un vino para cada persona y para cada ocasión. Vinos irrepetibles, de calidad diferenciada. Vinos para disfrutar. Vinos para compartir. Definirlos todos en una sola frase es absolutamente imposible, porque son tantos como las filosofías de las bodegas y las personalidades de los elaboradores. Blancos, rosados y tintos llenos de color, sabrosos, estructurados, con estilo y longevidad. Son Espíritu Ribera, creatividad en estado puro.

–En este evento ha organizado catas, ¿cómo deben afrontarlas los que se apunten?

–Las catas son un viaje sensorial por el vino. No deben ser entendidas como un examen o una prueba de fuego. Es la oportunidad perfecta para descubrir lo que se nos escapa, para ponerse en la mente del elaborador. Han de afrontarse con tremenda curiosidad y muchas ganas de divertirse.

–Desde su punto de vista, ¿qué se necesita para disfrutar del vino? ¿Hace falta ser un entendido?

–No, no hace falta entender, ni saber, ni acudir a la teoría, ni tener una nariz privilegiada. Solo es necesario tener ganas de disfrutar. No hay mejor vino que aquel que nos gusta. Y el gusto es subjetivo, no lo dictan los expertos, es individual. Disfrutar del vino es disfrutar de la vida.

–También hay conciertos, ¿la música y el vino maridan bien?

–La música y Ribera del Duero somos primos hermanos. Da igual dónde, no importa cuándo. En Aranda, en Ibiza, en Burgos, aquí en Valladolid. Los vinos de Ribera del Duero se viven, se beben, se bailan. El vino se acompaña a la perfección de todo aquello que nos hace felices. Y la música, la cultura en general, marida maravillosamente con un buen Ribera del Duero.

–¿Por que aconsejaría participar en las excursiones que se han organizado por las distintas rutas del vino de Valladolid?

–Descubrir el territorio de las Denominaciones de Origen, visitar los pueblos, conocer el lugar donde nacen los vinos, recorrer las bodegas, participar en alternativas de ocio vinculadas al vino… Creo que no hace falta convencer a nadie. El enoturismo es una opción perfecta para hacer muchas cosas a la vez. Apto para todos los públicos y para todas las edades. Creo que estas rutas del vino tendrán éxito.