Las lluvias ayudan a regularizar la cosecha

Fuente: El Correo de Burgos

Las lluvias de las últimas semanas se han convertido en el mejor aliado de una cosecha que comienza a regularizarse tras un año en el que el estrés hídrico ha marcado diferencias en el proceso de maduración. Según explica el director técnico del Consejo Regulador, Agustín Alonso, aunque las lluvias están viniendo “muy bien”, las temperaturas medidas que se prevén estos días pueden abrir la puerta al temido Botrytis; un hongo patógeno que provoca la podredumbre del fruto.
Por el momento, asegura, no ha hecho acto de presencia pero habrá que estar atentos. “El problema de que apareciese ahora es que estamos muy al límite de poder dar tratamientos”, explica al recordar que este tipo de procesos exigen 21 días de espera antes de poder recoger la cosecha.
Y es que, la vendimia está a la vuelta de la esquina. “Entiendo que a final de mes estará el 25% de las bodegas y con la llegada de octubre se lanzará la inmensa mayoría”.
Fases
Si la irregularidad de las parcelas continúa, a pesar de la lluvia, algunos viticultores deberán desarrollar la recogida por fases, seleccionando primero las uvas más maduras. “Suele pasar en este tipo de añadas”, sostiene a sabiendas de que el calor que ha habido durante el ciclo ha parado el proceso en algunas zonas.
Un argumento que comparte el director técnico de la asesoría enológica Red Bottle International. “Habrá que ver cómo evoluciona la próxima semana”, advierte el también enólogo, Ángel Luis Margüello, con la mirada puesta en un calendario que podría retrasarse si continúa el calor.
En cuanto a la calidad, no hay debate: si nada se tuerce, estamos ante una campaña de alta calidad. “La cantidad podría aumentar en torno a un 5-10% por las lluvias”, calcula.