La guía Peñín aconseja «menos madera»

Tras catar 600 muestras, el director de la guía Peñín lo tiene claro: Ribera del Duero se consolida año tras año como una de las denominaciones de Origen de referencia. En su opinión, hay nivel pero también asignaturas pendientes como un menor uso de la madera. “Muchas bodegas siguen abusando de la madera y de las notas tostadas”, apremia convencido de que aunque mariden bien con los tonos suaves de la variedad Tempranillo, “la madera tiene que ser un medio y no un fin”.
Por añadas, las complicaciones de la helada 2017 dejaron su huella en una cosecha difícil pero con “cosas interesantes” a tener en cuenta. Mucho más generosa fue la vendimia de 2018, que sin ser “una de las mejores se ha mantenido en calidad y cantidad”. “Son vinos bastante frescos, afrutados, suaves y ligeros; vinos muy comerciales pero desde un punto de vista positivo y no peyorativo”, resume.
También es positiva su visión de los caldos de 2016; una añada que ha pasado de la ligereza que observaron en los vinos jóvenes a tener una estructura que convence.
El entusiasmo se desata al analizar las añadas 2014 y 2015, unos vinos que “ya lo dieron todo como `jóvenes´ y que ahora muestran todo su esplendor en sus crianzas y reservas”. “Creo que son dos grandes años”, afirma.