Verano abrasador en Australia

Fuente: SÍDNEY (Reuters)

El verano más caluroso registrado en Australia hasta la fecha está afectando a su industria vinícola, valorada en 4.400 millones de dólares, y podría hacer que los rendimientos de la uva caigan al nivel más bajo en los últimos años. Además, las esperanzas de que el calor produjera unas caldos mejores están comenzando a marchitarse como las frutas marchitas de algunos de los viñedos del país.

En plena vendimia, los pronósticos muestran que los viticultores se van a convertir en una nueva víctima de una catastrófica sequía que ya ha debilitado la cosecha de trigo en invierno y se espera que provoque mínimos históricos en la esquila de la lana.

En enero los analistas de Rabobank pronosticaron que la producción total de uva en Australia caería en torno a un 5 por ciento respecto al año anterior, hasta 1,7 millones de toneladas, pero desde entonces la ola de calor ha hecho que los agentes del sector proyecten la cosecha más pequeña desde la de 2011 —cuando se vio afectada por un hongo— y podría alcanzar en el mejor de los casos alrededor de 1,6 millones de toneladas.

“El consenso general es que la situación es bastante fea”, dijo Greg Knight, un productor en la región de Barossa, una de las principales áreas de producción de vino en el estado de Australia Meridional.

Knight comenzó a recoger las primeras “pinot noir” de la temporada esta semana, unas tres semanas antes de lo habitual, después de que sus presas se secaran en enero, y espera que su cosecha sea entre la mitad y dos tercios del tamaño del año pasado.

“Ha sido una ola de calor que no nos ha hecho ningún favor”, dice en conversación telefónica después de trabajar desde el amanecer hasta que la temperatura llegó a los 39 grados Celsius a la hora del almuerzo. No obstante, este viticultor sí señaló que la calidad de las uvas que han sobrevivido es buena.

“No hay duda de que (la cosecha de uva australiana) va a disminuir”, dice el comerciante de vinos Peter Briggs, con sede en Perth, que negocia un volumen de unos 10 millones de litros de vino al año.

Los precios de la uva a granel ya han subido cerca de un 20 por ciento, dice Briggs, presionando a los productores de vino que no tienen sus propios viñedos y que tendrán dificultades para trasladar los aumentos de precios a los clientes, especialmente a los compradores de vino a granel en el extranjero.

“A muchos de los grandes agentes del mercado no les importa de dónde obtienen el vino, siempre y cuando lo puedan obtener a un buen precio”, dijo.

La oficina meteorológica de Australia dijo el viernes que el verano del hemisferio sur que acaba de terminar ha sido el más caluroso desde que comenzaron los registros nacionales en 1910, y ha sido uno de los 10 más secos. Los pronósticos indican que el clima cálido y seco continuará en otoño.

“No podías llevar toda el agua hasta las vides”, dice el vinicultor Neil McGuigan, consejero delegado de Australian Vintage Ltd, en una conferencia telefónica después de que la firma anunciara que espera que su producción de 2019 sea inferior a la de hace un año.

“Cuando la fruta se recalienta, desaparece. Se convierten en pasas y se secan… Es bastante irritante cuando le has dedicado tanto trabajo”.

Pero no todos los viñedos están sufriendo, ya que la costa oeste de Australia se ha librado de las peores condiciones meteorológicas. Y el riego, pese a su elevado coste, ha ofrecido un colchón a algunos productores en el este.