Entre los sectores económicos más preocupados por los efectos del Brexit se encuentra el del vino -el Reino Unido es el principal mercado internacional para el envasado español-, por lo que el sector ya se prepara y toma medidas para contrarrestar el previsible impacto que tendrá en sus cuentas. Es el primer mercado para el vino envasado tanto en volumen como en valor, con 106,2 millones de litros y 251 millones de euros, según datos a cierre de 2017 procedentes de Aduanas.
Esta semana la Comisión Europea adoptó dos propuestas que ponen en marcha el proceso para la entrada en vigor del acuerdo sobre la retirada británica de la Unión Europea (UE) el próximo 30 de marzo, siempre que el pacto se ratifique antes en parlamentos como el del Reino Unido, que lo votará este 11 de diciembre.
A pesar de la magnitud de las cifras del comercio vinícola con Reino Unido, éstas ya incluyen una caída del 5,8% en volumen y del 4,6% en valor respecto a 2016, lo que desde el sector vinculan en parte a la incertidumbre generada por el Brexit.
Un mercado con precios suculentos
Reino Unido es un destino particularmente clave para el vino envasado: se vende a un precio medio más alto, en contraste con países donde el granel tiene mayor peso, como Francia, que compra cerca de 450 millones de litros de vino español a granel por año.
«Es un mercado súper importante para nuestro sector», reconoce en declaraciones a Efe el director general de la Federación Española del Vino (FEV), José Luis Benítez. La patronal sitúa precisamente como objetivo primordial la mejora del precio medio de las exportaciones, que actualmente ronda los 1,3 euros por litro, todavía muy por detrás de los 3 euros italianos y los 6 euros franceses, con Reino Unido como uno de los mercados que más contribuyen a mejorar esta estadística.
La previsible depreciación de la libra con la salida de Londres de la UE hará que consumir vino español en suelo británico sea más caro
«No tenemos una estimación concreta sobre el impacto del Brexit en el sector, pero está claro que habrá una relación comercial diferente entre la UE y el Reino Unido, y hay que estar preparados para ello», defiende Benítez. En su opinión, pase lo que pase con el acuerdo entre Londres y Bruselas «no dejará de haber vino español en el mercado británico de la noche a la mañana porque hay consumidores que lo demandan», aunque incide en que «la incertidumbre no ayuda a la economía» y las dudas ya se notan en las relaciones comerciales.
Desde la FEV, de hecho, han enviado a sus socios una guía con recomendaciones e instrucciones -en materia de tesorería, etiquetado, procedimientos aduaneros e incluso regulación laboral- para afrontar un «brexit» duro, una hipótesis que parece ahora más lejana gracias al acuerdo que ultiman ambas partes.
Para compensar una hipotética caída de las ventas a ese destino, el sector trabaja en diversificar aún más las exportaciones. «Hay barreras arancelarias disfrazadas de cuestiones técnicas en países como Brasil, China o Tailandia. El tratado de libre comercio con Canadá va muy bien, pero podría ir mejor porque aún hay dificultades de aplicación, y el firmado con Japón también nos ayudará», apunta.
Estamos invirtiendo por encima de nuestro nivel de ventas actual porque creemos que, pese al Brexit, este mercado tiene mucho futuro
Aunque depende de la estrategia de cada bodega, Benítez señala zonas como China, Rusia o Estados Unidos como áreas con margen de crecimiento.
Desde la marca Ramón Bilbao destacan que la previsible depreciación de la libra con la salida de Londres de la UE hará que consumir vino español en suelo británico sea más caro, incluso en el caso de que finalmente no haya aranceles o tasas especiales.
El director general de la División de Vinos del grupo Zamora -propietario de Ramón Bilbao y Mar de Frades, entre otras enseñas-, Rodolfo Bastida, apunta su plan pasa por reforzar la inversión y hacer marca: ya cuentan con dos personas trabajando a tiempo completo en el país y están apostando sobre todo en el canal hostelería para contribuir al reconocimiento de la enseña.
«Estamos invirtiendo por encima de nuestro nivel de ventas actual porque creemos que, pese al Brexit, este mercado tiene mucho futuro. Los ingleses tienen interés en el vino e identifican la marca Rioja», argumentan desde el grupo Zamora, centrados en ofrecer en suelo británico vinos por encima de los 12 euros por botella, un segmento menos sensible a las variaciones de precio.