Miércoles 4 de julio.
Tras la desoladora helada de mayo de 2017 y todavía con el susto en el cuerpo de las dos heladas que cayeron en distintas zonas el pasado mes de mayo, el presidente de la Asociación enológica de Ribera del Duero (Enoduero), lanza un mensaje de tranquilidad ante unas cepas que pese a las dificultades están saliendo adelante. “Salvo zonas muy concretas que están mal por el pedrisco que ha caído y las tormentas, en general, el viñedo está respondiendo mejor de lo que parecía y tiene un buen estado”, analiza José Nuño, a sabiendas de que aún queda mucho para la vendimia. “El verano va a ser complicado y tendremos que estar muy atentos”.
La asociación ha vuelto a crecer este año y suma ya 110 socios. “Es una asociación activa, muy viva, en la que se intenta responder a las necesidades de nuestros profesionales”, aseguraba en la última asamblea, agradecido porque en esta “buena progresión”, influye de manera determinante el nutrido grupo de empresas colaboradores que cree en el proyecto Enoduero.
Imagen de la última asamblea celebrada por Enoduero.
