Cae un 11,9% la entrega de contraetiquetas en Ribera del Duero

La crisis económica generada por la pandemia está dejando huella en el sector vitivinícola. Así se aprecia en el recuento de contraetiquetas de 2020, que cierra con una caída del 11,9% con respecto al año anterior, cuando se contabilizaron 89 millones.
Las 78.396.944 contraetiquetas entregadas a las bodegas para la comercialización de sus vinos dentro y fuera de España reflejan la complicada situación que vive la hostelería española, principal canal de comercialización de la Denominación de Origen.
Según analizan desde el Consejo Regulador, la dependencia del sector hostelero viene de la propia estructura de una DO donde la mayor parte de las bodegas son de pequeño tamaño y están centradas en producir vinos diferenciados de alta calidad pero apenas disponen de estructura comercial y no tienen presencia en el canal de alimentación.
Bajo esta perspectiva, aunque en este año incierto las compras de vino en el canal de alimentación (véase supermercados, hipermercados, tiendas y grandes superficies) experimentaron un crecimiento sin precedentes del 15,3% en volumen y un 18% en valor, hasta los 410,5 millones de litros y los 1.241,4 millones de euros, según datos Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), por el confinamiento y los cierres de bares y restaurantes, la Ribera del Duero no ha podido subirse al carro. Toca reinventarse.