Ribera del Duero podrá recoger como excepción un 10% más por hectárea

Fuente: El Correo de Burgos

Los viticultores de la Ribera del Duero podrán recolectar este año un 10% más, o lo que es lo mismo hasta 7.700 kg de uva por hectárea. Es la medida excepcional que ha adoptado el pleno del Consejo Regulador y que sin duda, supone un impulso a un sector que el año pasado vivió uno de sus momentos más complicados, cuando una helada acabó el 28 de abril con el 60% de la campaña. Se trata de una medida excepcional establecida en el artículo 8 del pliego de condiciones del producto, que solo se ha aplicado una vez en la historia de la Denominación de Origen. Fue en 1999, hace diecinueve años.

A la hora de adoptar esta medida, el Consejo Regulador parte de los informes que han realizado tanto los servicios técnicos como de Experimentación y Ensayo tras observar que las bayas presentan este año un peso “sustancialmente mayor al esperado”. “Estamos hablando de un 20% con respecto al peso medio de los últimos doce años”, justifica el secretario general del Consejo Regulador, Alfonso Sánchez, consciente de que detrás de este inusual crecimiento están las intensas lluvias de primavera y una reserva hídrica que no existía en los últimos años. “Estos dos factores han contribuido al desarrollo celular, a una correcta floración y cuajado de las bayas y presenta un magnífico estado sanitario con valores de maduración adecuados al momento en el que estamos”, analiza.

Las previsiones meteorológicas son además buenas.  “Tocamos madera pero todo apunta a unas condiciones ideales para la completa maduración”, señala mientras deja claro que más cantidad no significa en este caso, menor calidad. “Va a ser una campaña de calidad”, garantiza.

Pleno

Aunque el pleno pensaba tomar la decisión a finales de mes, el hecho de que una bodega quisiera empezar a vendimiar uva blanca, el lunes 17 de septiembre, ha precipitado la orden ya que, según el reglamento, la iniciativa debe adoptase de forma previa al comienzo de la recogida. “No se pudo esperar más pero desde luego no es una medida forzada”, aclara.

La medida llega como un soplo de esperanza en un sector que ha vivido uno de sus años más complicados. En la retina de todos permanece aún la madrugada del 28 de abril de 2017, cuando las temperaturas se desplomaron durante horas hasta los -6ºC, provocando una merma histórica en la cosecha que se vio agravada por la sequía. Ribera pasaba así de vivir la alegría de un record también histórico, cuando se superaron los 133 millones de kilos de uva en 2016, a 55 millones de kilos de uva en 2017.

Mercado

Por eso, aunque hablemos de un 2018 esperanzador, tampoco ha sido fácil. El déficit de vino ha obligado a las bodegas a no poder servir a sus clientes y en muchos casos, a perder parte de su cuota de mercado. También ha requerido un trabajo extra el campo sobre todo en las vides más marcadas por la helada. Según explica el experto, la helada del 28 de abril fue un “auténtico desastre” y ha dejado su huella en una poda que este año ha sido, en algunos casos, mucho más exhaustiva porque había viñedos con parte de madera necrosada. Por suerte, la lluvia hizo aparición en primavera salvando la situación y dejando una reserva hídrica que casi no se recordaba. El verano pasó de forma tranquila y septiembre “ha sido magnífico”. “Todo apunta a que estamos ante una cosecha larga y de calidad”, aventura el director técnico del Consejo Regulador, Agustín Alonso.

Control

Aunque las primeras bodegas ya han empezado, la mayor recogida se espera entre el 8 de octubre y el puente del Pilar. “Es difícil calcular porque dependerá del tiempo”, advierte el director técnico de un Consejo Regulador que con 240 veedores velará por el cumplimiento de las normas. Y es que, aquella bodega que se exceda  corre el riesgo de ver descalificada toda su cosecha.